Rocha Tomagnini Igurrola, A. C.2017-12-072017-12-072017-12-06http://repositorio.grial.eu/handle/grial/1059Durante muchos siglos las mujeres estuvieran alejadas de los espacios públicos, restándoles el espacio privado del hogar. La división sexual del trabajo permite al hombre dominar los espacios público y privado de las sociedades, reservando a las mujeres sólo el espacio privado, de ahí su cuidado con la familia, con la casa y lo cotidiano. Es la mujer quien estructura, organiza y dirige el cotidiano. Hasta la mitad del siglo XX su espacio estaba restringido a los recónditos del hogar. En Brasil, desde el período colonial, a la mujer le quedó como, su espacio, definido por la sociedad patriarcal y por la iglesia, el hogar. La mujer, alejada del espacio público, tuvo que crear, en el hogar, su propio espacio. Woolf (2007) ya hablaba de la necesidad de la mujer tener su propia habitación, una sala de estudios o cualquier otro espacio en el hogar que no fuera común a toda la familia. Pero los espacios que a ella estaban reservados en sus casas eran la cocina, y en Brasil, todavía tenían el “quintal”, un patio al fondo de la casa.esPrograma de DoctoradoPlan de investigaciónLos "Quintais" y la Medicina Popular Practicada Por Mujeres en Vitória Da Conquista – Bahia/BrazilTechnical Report