Privacidad y gestión de la identidad en procesos de analítica de aprendizaje con Blockchain

Abstract

El tema objeto de estudio se centra en una problemática común en cualquier contexto educativo: la fragilidad en cuanto a protección de la privacidad y identidad de los alumnos en el uso de la analítica del aprendizaje (Siemens, 2012; Manel y Sanz, 2016), especialmente en sistemas de apredizaje mediados por la tecnología (García-Peñalvo, 2005, 2008; García-Peñalvo y Seoane-Pardo, 2015; Gros y García-Peñalvo, 2016).

Los datos generados por los alumnos están dispersos y en manos de distintas entidades, según herramientas utilizadas en el proceso de aprendizaje de los mismos (Conde et al., 2014; Gómez-Aguilar et al., 2014, 2015). Esto pone de manifiesto un entorno altamente frágil en cuanto a ética de la privacidad y identidad de los alumnos (Pardo y Siemens, 2014), puesto que están expuestos ante cualquier entidad que capture sus interacciones educativas (Bartolomé et al., 2017). Nadie puede asegurar que la información contenida en los logs sea verídica y a la vez que no se comparta con terceros (Lupton y Williamson, 2017).

La situación anterior dibuja un grave problema de fragilidad en cuanto a la certificación, privacidad y identidad de los alumnos:

- Se pone de manifiesto una clara fragmentación de datos educativos. Cuantas más herramientas se utilicen más dispersos estarán los datos de los alumnos y habrá menos control sobre la privacidad. - Se pone de manifestación una baja protección de datos. Los datos son libremente accedidos por terceros e incluso compartidos, donde los alumnos se identifican claramente. - No hay ningún control sobre los datos. Cualquiera que tenga acceso a los datos puede modificarlos a conveniencia. En consecuencia, nadie pueda asegurar que los datos almacenados sean los originales. - No existe un proceso certificación. Cualquiera puede certificar unos estudios que un alumno no ha cursado o cualquier alumno puede exponer unos estudios en los que no ha asistido.

Es necesaria una capa de políticas de control (Drachsler y Greller, 2016) y tecnológica que:

1- Certifique por una parte que la transacción del alumno con la herramienta es válida e inmutable. 2- Ceda al alumno el poder de decisión de quién actuará y de qué manera con sus propios datos.

Se quiere explorar una solución basada en una tecnología emergente llamada blockchain (Poveda, 2018). Esta tecnología, surgida de un contexto no educativo como son las criptomonedas (Nakamoto, 2008), es una candidata a solucionar esta situación de fragilidad en cuanto a sus cualidades de descentralización, distribución, inmutabilidad, anonimicidad y consenso. Aparentemente es una tecnología capaz de asegurar una validez de los datos generados a la vez que protegerlos antes accesos no autorizados.

La unión de esta capa tecnológica blockchain a la analítica del aprendizaje (Ocheja et al., 2018) se cree objeto de estudio suficientemente interesante como para abordar una solución prototipo para proteger la privacidad y identidad de los alumnos en la recolección de datos durante su proceso de aprendizaje.